
Pérgolas 90°
Una habitación con vistas para ubicar en el punto más panorámico, más cómodo, más hermoso. Mira a tu alrededor.
Las pérgolas Gibus se inspiran en la más sencilla y antigua estructura de protección del mundo mediterráneo. Pérgolas adosadas a la pared de una estructura arquitectónica, o pérgolas autoportantes en un jardín, junto al mar o al borde de una piscina.
Pérgolas planas, que acompañan la línea del horizonte, o pérgolas inclinadas, que armonizan con el edificio.
La estructura es robusta y resistente, de aluminio con lacado en polvo; la cubierta corredera de PVC con palillos.
En las pérgolas bioclimáticas la cubierta de lamas orientables regula el microclima de manera natural: abiertas, bloquean la radiación directa del sol y permiten la ventilación con una ligera brisa; cerradas protegen de la lluvia.
Todas las pérgolas Gibus están disponibles en un módulo y varios módulos, pudiéndose personalizar la cantidad de columnas portantes, para aplicaciones en espacios de medidas diferentes.
Quien ya tiene una pérgola o un cenador puede completarlos con una cubierta Gibus: son toldos correderos de PVC, un material que reduce la transmisión del calor y de la luz. Esenciales durante el verano, garantizan una larga duración y resistencia a la radiación UV, a la intemperie y a los choques térmicos, al calor y a las heladas. A pedido, es posible integrar en la estructura de la pérgola un tejadillo de protección del toldo recogido.
Transformar una pérgola en un espacio protegido y habitable también cuando comienza a descender la temperatura es tarea de los calefactores y de los cerramientos acristalados Glisse y Skate. Para protegerla de lluvia, viento y polvo están disponibles los toldos verticales.
No se ve, pero está. Completamente integrada en la estructura. Cuando llueve, la inclinación del toldo conduce el agua hacia las canaletas y de allí a las columnas, para que salga por los agujeros en la base de las columnas portantes.
Una pérgola iluminada se vive de día y de noche. Tres soluciones para la iluminación, regulables y de bajo consumo:
Con los sistemas motorizados y automáticos de las pérgolas basta un clic en el control remoto para abrir o cerrar el toldo de la cubierta. También hay disponibles sensores para sol y viento, que extienden y recogen el toldo de acuerdo con las condiciones climáticas, y sistemas manuales de accionamiento.
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Pequeñas como un balcón o grandes como un pequeña plaza, amplían cada entorno.